Salimos en auto rumbo a Lecco, en una de las puntas del lago Lario (en la otra esta Como). Autopista de por medio en media hora estabamos cruzando el tunel bajo las montañas y llegando a un típico pueblito de pre-alpes: Lago, paseo costanero con arbolitos y empedrado, y casas subiendo por las laderas de las montañas.
Obviamente no fuimos los únicos con la brillante idea de pasar el domingo en el lago, cada fin de semana miles de autos (si, miles) salen de todas las ciudades de la región para ir a alguno de los lagos; La ida distribuida a lo largo de la mañana y el mediodía es mas o menos llevadera, pero el regreso al fin de la tarde puede convertirse en una amansadora de tres horas para recorrer menos de 40 kilómetros.
Despues de recorrer Lecco al mediodía, pasear por la feria del pueblo y comer unos panninos (sanguchitos) que habiamos llevado, seguimos por el camino a buscar una playa en alguna de las localidades que bordean el lago hacia el norte.
Por fin la posibilidad de refrescarse un poco (tengamos en cuenta que desde que llegué la temperatura no debe haber bajado de los 35 ningun día y la lluvia amaga pero no concreta). No elegimos la mejor de las playas (piedras y agua con bastantes algas), pero con tal de bañarnos no íbamos a andar con demasiadas pretensiones. A media tarde salimos a buscar otra playa mas concurrida y con mejores instalaciones que Luchito sabía que debia estar por algun lado.
Mas vueltitas, fotos y helado frente al lago y entre casas viejas y campanarios (todos los pueblos tiene uno, infaltablemente) hasta que a la tardecita volvemos para Lecco, para esperar que la mayoría de la gente se vaya temprano y evitar los embotellamientos, y también porque a las 22:30 hay anunciado un show de fuegos artificiales.
Para ser mi primer fin de semana no esta tan mal. Eso si, como tampoco fuimos los únicos que se quedaron al show, la vuelta fué una amansadora terrible y encima por una ruta regional...
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