Otro detalle muy simpático de Florencia es que uno puede andar en bicicleta en medio de la gente en pleno centro y nadie se queja de nada. Las veredas estan empapeladas de bicicletas estacionadas y todo el mundo las usa para moverse por la ciudad.
Además, a muy poca distancia del centro hay muchos lugares que se pueden visitar pedaleando y con mucha mas libertad que en colectivo o a pie.
El viernes por la mañana tomé el camino hacia Fiesole, un pueblito en las colinas a una media hora al noreste de la ciudad con ruinas etruscas y muy lindas vistas de los valles.
Hoy sabado en cambio cruce el rio Arno hacia el oeste, camino a la Piazza Michelangelo desde donde hay una buena vista de la ciudad, despues bajé de nuevo hacia el Ponte Vecchio, el único que se salvó de las bombas durante la segunda guerra mundial, y me dediqué a pasear en bici por el centro.
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